Mírate... ¿Qué estás haciendo ahí? Sí, ya sé... Estás otra vez observando pasar a la gente, intentando ponerles un pasado y un futuro, intentando no sentir lástima o alegría por ellos. Para, déjalo ya, no puedes ayudarles, no puedes ayudarte ni siquiera a ti misma. No sabes qué hacer con tu vida, no sabes apenas si hacer una cosa o no... Te sientes insegura, verdad? Sí, eso es. Y ¿qué haces al respecto? Condenarte aún más. Te aíslas, no paras de pensar en lo mismo, dándole vueltas constantemente hasta que te sale humo de la cabeza. Y justo ahí es cuando surge la pregunta, ¿qué debo hacer? Pero no lo sabes, necesitas consejo, necesitas a alguien que esté contigo, alguien a quien le puedas contar todos tus problemas, desahogarte y que al final te dé un abrazo. Sí, eso es exactamente lo que necesitas. Lamento decirte que no siempre sabrá que necesitas ese apoyo...

Tu consciencia.