El 2010 ya ha comenzado, y yo ni siquiera he hecho un balance de lo bueno y malo del año pasado. Igualmente suelo olvidar las cosas malas, y acabo teniendo mil cosas buenas frente a unas pocas malas, aunque visto desde este punto me alegro, las cosas buenas siguen superando las malas.
Poco después de las campanadas pensé por última vez en el año que había dejado atrás, fue inevitable no sonreir. Ese año me había traído muchas alegrías, entre ellas a la persona que más quiero. Sí, definitivamente el 2009 se ha ido dejándome muy buen sabor de boca.
Y para este año que acaba de comenzar no pediré nada ni haré ningún propósito, simplemente dejaré que pase, las cosas que tendrán que pasar, pasarán. Simplemente quiero seguir siendo igual de feliz.

Espero que vosotros hayáis empezado bien el año, y que este sólo os traiga alegrías y buenos momentos.